El plástico reciclado se fabrica recogiendo desechos plásticos, como botellas de plástico o redes de pesca, enviándolos a instalaciones de procesamiento, fundiéndolos en gránulos y luego girándolos para obtener nueva fibra de poliéster.
El poliéster reciclado tiene la misma consistencia, elasticidad, resistencia a la abrasión, evacuación de la humedad y solidez del color que el poliéster virgen. Sin embargo, debido a su proceso de producción, es mucho más sostenible y respetuoso con el medio ambiente que el poliéster virgen, por lo que elegimos utilizarlo en la confección de nuestra ropa deportiva (junto con poliamida reciclada).
Al utilizar poliéster reciclado, ahorramos recursos naturales. En lugar de introducir petróleo nuevo en el medio ambiente, podemos ahorrar poco más de un litro de petróleo por kilo de material reciclado.
El uso de poliéster reciclado posconsumo también nos permite disminuir la cantidad de residuos plásticos en el medio ambiente. Podemos convertir un kilo de residuos recogidos (plástico del océano) en un kilo de material reciclado.
Por último, pero no menos importante, utilizar poliéster reciclado ahorra un 50% de energía en todos los procesos de producción respecto al poliéster virgen, y genera un 70% menos de emisiones de CO2. Dado que el CO2 es uno de los mayores contribuyentes al efecto invernadero y al cambio climático, creemos que es de fundamental importancia reducir las emisiones tanto como podamos.
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